Sobreviví 16 horas de vuelo sin volverme loca (casi)…

 

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Te cuento que en el 2019 cumplí mi sueño de ir a los 7 continentes (sí, por eso esta página se llama de esa manera). Y para poder cumplirlo tenía que llegar hasta la tierra que alberga la Gran Barrera de Arrecife de Coral (el sistema de arrecife de coral más grande del mundo), Australia. Pero solo había un pequeño detalle, que llegar hasta allá desde Puerto Rico tomaría entre unas 26 a 35 horas (si ningún vuelo se retrasa, situación que nos pasó de regreso).

Si eres una persona que has viajado frecuentemente, sabes que un vuelo de 2 horas o de 5 horas es manejable. Puedes ver una película, escuchar música y hasta hablar con el vecino de la fila. Pero, ¿qué uno hace cuando tienes que tomar un vuelo de 14 o 16 horas y para colmo ese no es tu único vuelo?

Te explico, yo cogí un vuelo desde San Juan a Washington DC (4 horas sin escalas); luego un vuelo desde Washington DC a Los Ángeles (5.5 horas sin escalas) y luego el maravilloso vuelo desde Los Ángeles a Melbourne, Australia de 16 horas sin escalas. Sendo maratón nos zumbamos 2 amigas y yo en aquel momento.

Hay varias cosas que yo definitivamente haría diferente el día que vuelva a volar tantas horas. La primera sería dormir una noche en Los Ángeles (en este caso). La realidad es que tantos vuelos interrumpen tu ciclo de sueño (sin contar con el jet lag), tu cuerpo empieza a estar cansado antes de llegar a entrar al vuelo de 16 horas. Así que amiga que me lees, si en tu itinerario tienes la disponibilidad de separar 1 día de ida y 1 día de regreso para poder descansar antes y luego de ese vuelo cansón, hazlo. Créeme, cuando te digo que llegar más rápido no vale la pena.

Entre tanto vuelo que ya he cogido, me he dado cuenta que el tiempo máximo que yo puedo estar dentro de un avión es de 8 horas sin volverme loca. Entras al avión, te acomodas, al rato te entregan tu primera comida, apagan las luces y ahí comienza la sabrosura. Ves tu primera, segunda y hasta tercera película (si eres como yo que casi no duermes en el avión). Te paras, pides agua, te estiras y vuelves a sentarte en tu asiento para darte cuenta que todavía faltan 8 horas más de lo mismo.

Uno que trabaja sentada en su 9 a 5 y empieza a sentirse incómoda, imagínate lo incómoda que una se siente por estar tantas horas sentada en un asiento de avión que tu sabes que son incómodísimos. ¡Horrible!

La 2da cosa que haría diferente es que definitivamente (por lo menos para ese vuelo en particular) es que escogería los asientos con más espacio para las piernas. El detalle está en que después de tantas horas, uno empieza a molestarle todo y a mi me pasó que el espacio entre mi fila y la fila del frente ya me estaba incomodando. Me sentía apretada, ya quería llegar a Melbourne para darme un baño y tenía sueño pero no podía dormir. Ante todo este panorama incómodo y viendo que faltaban todavía 8 horas más de vuelo, me sentía arrepentida de no haber pagado por un asiento con más espacio y de no haberme quedado 1 noche en Los Ángeles para bañarme y descansar.

Te dan tu segunda comida, te dan más agua y te dicen que recuerdes levantarte del asiento cada 2 horas para estirarte y evitar que se te hinchen las piernas. Sí, es que esto también me pasó. Luego de tantos vuelos donde la posición del cuerpo es la misma, las piernas se me hincharon. Quedé en crisis cuando las vi. No solo es verlas de esa manera, es sentirlas totalmente hinchadas y saber que en ese momento no puedes hacer nada. Por obvias razones, no las podía trepar en algún lado, no podía estar acostada y lo único que podía hacer era caminar y estirarme dentro del avión. Y aunque eso ayudaba, realmente lo que mi cuerpo necesitaba era estar en otra posición.

Y la última cosa que haría diferente es llevarme unas medias de compresión. Ojo, esto no es una recomendación médica. Consulta con tu médio primero. Al verme las piernas de la manera que se me hincharon y sin poder hacer algo para que las piernas se mantuvieran con buena circulación, las medias definitivamente hubieran sido un palo.

30 horas andando la seca y la meca por 3 aeropuertos y 3 vuelos logré llegar a Melbourne con un poco de estabilidad mental jaja. Recuerdo empezar a recoger mis cosas por que ya nos ibamos a bajar del avión. No podía creer que ya por fin estábamos en Australia y más que todo iba a poder descansar. Así que si vas para un vuelo de tantas horas, considera esta experiencia y se mejor que yo y hazlo diferente, tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán.

¡Gracias por leerme!

-Amy

 
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